Después de nuestra pequeña aventura en
Krasnoyarsk, nos quedaba solo ese fin de semana antes de empezar las clases y
decir adiós a algunas de las personas que estuvieron con nosotros durante el 1º
semestre, pero que lamentablemente o afortunadamente se iban para sus
respectivos hogares.
Durante mis dos primeras semanas tuve algunos
problemas por que algunos profesores no sabían que tenían clase conmigo o tenían
horarios cambiados, así que prácticamente me dedique a ir esperar y que no
apareciera nadie, pero bueno no me puedo quejar por que, después de esas 2
semanas fui yo el que se fue durante 10 días, por que la verdad que necesitaba
ya un descanso después de un comienzo tan ajetreado, así que después de
dedicarme a conocer a los profesores y a cuadrar mis horarios para no tener
muchas horas muertas (esto es uno de los beneficios de ser el único estudiante
en clase, hay bastante libertad) les comunicaba que me iba de viaje.
Y así fue, me fui. Como ya he comentado desde
Tomsk no se puede salir en los típicos trenes baratos, así que esta vez me
tocaba irme a Iurga, una diferente a la que solía ir, pero esta tenia la
particularidad que no tenia elektrichka por lo que para ir me tocaba ir en autobús,
por unos errores con los tiempos que el tren paraba y el autobús llegaba, no podíamos
ir en autobús a no ser que quisiéramos esperar 9 horas allí, por supuesto que
no así que nuestras opciones eran o alquilar un coche o meternos en el coche de
alguien que fuera allí. Nos decantamos por ir con alguien que fuera allí y que
por suerte encontramos, además de que fue mas cómodo y rápido por no tener múltiples
paradas y esperar a la gente que suba baje… nos llevo a la estación de tren y
fue mas barato, así que fue perfecto, llegamos con 20 minutos de antelación, un
poco mas cardiaco de lo que a mi me gusta pero sin problemas.
Allí estábamos a las 9 de la noche esperando
el tren, todo congelado y oscuro (como contrasta con que ahora a las 10 aun
sigue de día), la estación era bastante nueva, pero una vez que fuimos al ande,
estábamos rodeados prácticamente por la nada, hacia un poco de viento y podíamos
ver como la nieve que empezaba a caer se movía por los congelados andenes,
formados por un bloque de hielo compacto, después de meses nevando y la gente pisándolo
se forman unas superficies bastante planas, pero traicioneras, que habilidad he
conseguido en mantenerme en pie, era habitual ver a gente perder el equilibrio
todos los días en estas superficies (yo mismo incluido), pero tras un par de
semanas ya no te caes, lo cierto que me resbalaba con mucho estilo.
Con esas estábamos, esperando al tren, con mi
mochila de montañero recién comprada y una bolsa con comida para el viaje y los
nervios de un nuevo viaje a lo desconocido, o ya no tan desconocido, pero
teniendo en cuenta que me iba a una pequeña villa a vivir como un aldeano Ruso,
había ciertas incógnitas. Como la de que no había baño en el interior de la
casa, me tocaba salir a fuera, a la típica caseta de madera allí en medio del
bancal, con la particularidad de que en esa época las temperaturas seguían estando
por los -20º, por suerte arreglaron el interior antes de nuestra llegada y me
salve de helarme el culo. Otras cosas seguían estando mas al natural pero ya lo
contare en su momento, no nos adelantemos.
Y por fin llego el tren, como ya era de noche
mucha gente estaba durmiendo, así que poco había que hacer, mayormente preparar
nuestra cama y jugar un poco a las cartas, por lo que nos fuimos rápidamente a
dormir, por que la luz la apagan a las 10 parcialmente y del todo a las 11.
En este viaje pude dormir mejor, así que me desperté
tranquilamente cuando ya era de día y baje de mi litera y me dispuse a
desayunar, esta vez estaba en uno de los compartimentos que son 4 camas y una
mesa fija, es bastante cómodo si bien no dejo mucho movimiento posible,
desayunamos típicamente un huevo cocido un te y un par de galletas, lo cierto
es que hambre no pasamos en el tren, el viaje duraba 21 horas pero teníamos comida
para 2 días, diría que mas vale prevenir que curar, pero tampoco hay que
prevenir tanto que luego la mochila me pesaba un quintal.
Poco mas que decir del viaje en tren, fue
bastante tranquilo, tras 21 horas en un tren te calmas bastante y si son 2 o 3
o mas días, pues ya te lo puedes imaginar, bastante tiempo para pensar leer o
si eres de los que no piensas pues te aburres o como yo que solo me medio
aburro.
Llegamos a nuestro destino alrededor de las
4, si hay algún listillo que se pregunta como si salgo a las 9 llego a las 4 si
son 21 horas es básicamente por que nos movimos un uso horario, esta vez tenia
una hora menos que en Tomsk y 4 mas que en España, era la primera vez que
viajaba en tren hacia Europa y lo cierto que me quede bastante cerca, ya que
solo estábamos a 5 horas de Ekaterinburgo que ya se considera una ciudad de la
parte Europea de Rusia.
Así que estiramos un poco las piernas y me
dispuse para ir a la casa que me acogería durante estos 10 días, pero cual fue
mi sorpresa al poner un pie en la calle y ver que ese suelo congelado del que
os había hablado y que me había acompañado por 5 meses, había desaparecido, fue
un gran contraste me había acostumbrado ya a él, lo cierto que 25 años pisando
suelo y en 2 días te acostumbras al hielo, así somos de adaptativos los
humanos, o al menos un tío tan guay como yo. Caminando y caminando, el
sentimiento seguía sin desaparecer, lo cierto que me hacia pensar que ya no estábamos
en Siberia si bien seguía allí, pero bueno deje de preocuparme por que nos
montamos en el coche y nos dirigimos hacia la aldea a la que íbamos, que se
llamaba Novotarmansk, poco estuvimos en la ciudad ese día así que poco puedo
decir, pero vi un par de edificios uno llamado world trade center, como
aquellas famosas torres gemelas y un restaurante con el nombre de Berlusconi,
supongo que en honor al poco mediático presidente Italiano.
La estación ya con poca nieve. |
Conforme nos alejábamos de la ciudad el
paisaje se torno bastante boscoso y nevado, recordándome algo mas a mi querida
Tomsk, la aldea estaba situada en un entorno bastante boscoso y natural, por lo
que era
bastante bonito, incluso teníamos un nacimiento de aguas termales no muy lejos, que por supuesto una vez aprendida la lección del baño en el hielo, seria bastante masoquista ir solo por probar una experiencia mas, arriesgándome a congelar mis, mis, yo mismo vamos…
Una vez ya en Novotarmansk, ya me sentía como en casa todo congelado, por lo que solo tenia ganas de entrar en casa y descansar un ratito, pero había un pequeño detalle que se olvidaron de contarme, bueno mas bien lo ocultaron…
Vista de la carretera cerca de nuestra casa. |
Una vista desde fuera de la casa (en verano obviamente) |
Y ahora un angulo distinto. |
Una vez ya en Novotarmansk, ya me sentía como en casa todo congelado, por lo que solo tenia ganas de entrar en casa y descansar un ratito, pero había un pequeño detalle que se olvidaron de contarme, bueno mas bien lo ocultaron…